Daniel Rodriguez
Fundación Wii
Colombia
En los años 80, Daniel se enteró de la existencia del oso en Colombia por parte de su colega Fidel Poveda. Su desconocimiento al respecto, motivó su insistencia en aprender más de esta especie, que hasta ese momento era desconocida para él.
Desde ese momento, creció su interés por la conservación de esta importante especie, pues empezó a entender su importancia en los ecosistemas. Entendió también que la sobrevivencia del oso andino depende, entre otras, del grado de reconocimiento de su existencia y el derecho que tiene como especie actual de seguir viviendo y eso solamente será posible después de una educación en vida y respeto. Esa es nuestra función y para conseguirlo, es necesario aprender del oso y de las comunidades humanas que habitan con él en vida silvestre y poder de esta forma, construir un paisaje adecuado para su conservación.
Daniel Rodríguez es Biólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá y desde 1985, en compañía de otros estudiantes/investigadores de la UNAL, empezó con la investigación del oso andino en el país. En la actualidad, ejerce como el representante legal de la “Fundación para la Investigación, Conservación y protección del oso andino Wii”, vocablo Embera-Katio para el oso andino (Tremarctos ornatus), ha trabajado en investigación y ha adelantado conjuntamente con otros investigadores, proyectos de educación ambiental para desarrollar material divulgativo como guías de campo y cartillas sobre tradición oral de la fauna silvestre
Actualmente, forma parte del grupo especialista de osos de UICN, siendo el representante nacional en el Grupo especialista del Oso andino, ABET-UICN. Ha sido Asesor de Fauna Silvestre para el Ministerio del Medio Ambiente.
Aunque han participado en la organización de diversos simposios y en la producción de material científico, han tenido grades dificultades para desarrollar este desafío de conservación: las principales dificultades están referidas a la ausencia de continuidad de los procesos y falta de presupuesto, a pesar de esto, Daniel sabe que el oso nos necesita, así como nosotros y nuestro planeta necesita de él, por eso, él sigue trabajando por su protección.