Mateo Giraldo Amaya
Proyecto Grandes Rapaces Colombia
Bahía Solano
El Proyecto Grandes Rapaces Colombia es una iniciativa que surgió de una trágica historia. En el año 2016 cuando Mateo Giraldo cursaba su sexto semestre de biología, se enteró que un ejemplar del águila más grande del continente americano y una de las más extrañas y difíciles de ver, el Águila Harpía (Harpia harpyja), había sido asesinada en su nido por parte de la comunidad Mecana en Bahía Solano en el departamento de Chocó. Debido a este terrible acontecimiento llegaron algunos rumores sobre la aparente presencia de dos pichones en su nido, siendo esta información que nadie podía confirmar.
Gracias a este rumor, se pudo conformar un equipo de voluntarios, el cual contaba con la presencia de un investigador de aves rapaces, un profesor de biología y Mateo Giraldo; un estudiante de pregrado que contó con la suerte de ser la única persona cercana a las circunstancias que tenía un drone, la herramienta clave que permitiría hacer una evaluación rápida del nido.
De esta manera, el equipo de voluntarios llegó a Bahía Solano. Allí junto al personal de la reserva del Jardín Botánico del Pacífico se realizó una inspección rápida del nido que se encontraba ubicado en una Ceiba Milenaria de 45 metros de altura. Los voluntarios pudieron encontrar que efectivamente dentro del nido se encontraba un pichón de aproximadamente dos semanas de edad y milagrosamente aún estaba vivo. De inmediato, se comunicaron con un arborista de Medellín quien llegó al día siguiente y tardó dos días para lograr subir al árbol, pero desafortunadamente cuando logró llegar al nido, el pichón ya estaba muerto por falta de cuidados parentales.
En esta trágica historia no se perdió una, sino dos águilas y lastimosamente ambas eran hembras; pero a pesar de las adversidades este fue un momento decisivo, no solo para Mateo Giraldo sino también para Luisa Fernanda Puerta directora del Jardín Botánico del Pacífico. Desde ese instante decidieron que no permitirían que una situación como esta volviera a ocurrir.
De esta trágica historia es de donde nace el Proyecto Grandes Rapaces Colombia, una iniciativa de investigación y conservación enfocada en las aves rapaces, especialmente en siete especies; Águila Harpía (Harpia harpyja), Águila Moñuda (Morphnus guianensis), Águila Solitaria (Buteogallus solitarius), Gallinazo Rey (Sarcoramphus papa), Águila Blanquinegra (Spizaetus melanoleucus), Águila Crestada Real (Spizaetus ornatus) y Águila Tirana (Spizaetus tyrannus). Casi todas se encuentran dentro de alguna categoría de amenaza y todas son muy desconocidas para la ciencia, no solo a nivel de país sino también a nivel global.
Uno de los principales objetivos y quizá el más importante para el Proyecto Grandes Rapaces Colombia, es la generación de información científica sobre estas especies que aún en la actualidad son muy desconocidas. Para lograr este objetivo, el proyecto hace visitas reguladas y a su vez implementa cámaras trampas para monitorear la zona, pues están completamente convencidos que es imposible plantear un proyecto de conservación sobre aves rapaces, porque se conoce muy poco sobre ellas.