Animal Bank en la COP16 ¡Participación en un evento clave para la biodiversidad!
Estamos emocionados de participar activamente en la COP16, uno de los eventos globales clave para…
El monitoreo comunitario es un proceso en el que las comunidades locales participan activamente en la observación, registro y análisis de datos de biodiversidad en su entorno. Es una herramienta poderosa para empoderar a las comunidades, permitiéndoles ser parte de la gestión y conservación de sus recursos naturales.
Nuestro analista de proyectos, Cristian Escobar nos cuenta sobre el monitoreo comunitario:
He tenido la oportunidad de colaborar en varios proyectos de monitoreo comunitario. El más reciente fue con la Fundación Nutresa, donde fortalecimos las capacidades de los productores en municipios de Boyacá, Urabá y Suroeste Antioqueño para monitorear la biodiversidad en cultivos de papa, café y cacao.
Implementamos el uso de cámaras trampa para registrar la fauna en áreas cercanas a los sistemas productivos y también redes sociales y aplicaciones móviles para la identificación de especies. Esto permitió democratizar el conocimiento sobre la biodiversidad, mostrando claramente los servicios ecosistémicos que esta ofrece. En otro proyecto muy interesante, realizamos un monitoreo de biodiversidad con trabajadores de fincas ganaderas en el departamento de Córdoba, donde capturamos diferentes especies de fauna, pero destacó el registro de pumas en diversas situaciones, cazando, con su cría, en pareja, y en zonas frecuentadas por el ganado y trabajadores.
A pesar de la proximidad, no se registraron conflictos con estos felinos, lo que ayudó a explicarle a estos trabajadores y propietarios que la coexistencia es posible en estos sistemas productivos, siempre y cuando se mantenga el equilibrio en el ecosistema.
En nuestro equipo en Animal Bank promovemos la visión de la biodiversidad funcional, no solo contemplativa. El monitoreo comunitario no solo ayuda a admirar la belleza natural, sino también a comprender la importancia ecológica de cada especie. Es crucial para el control de poblaciones, como las especies invasoras, donde los habitantes locales pueden alertar a las autoridades sobre dinámicas que requieren intervención. Es una herramienta de empoderamiento para que los habitantes del territorio conozcan y protejan su biodiversidad.
Para involucrar a las comunidades locales en el monitoreo, empezamos por escuchar y entender lo que ya saben y lo que les preocupa. Luego, les mostramos cómo herramientas simples, como aplicaciones móviles, redes sociales o cámaras trampa, pueden ayudarlos a cuidar mejor sus cultivos y su entorno.
Respetamos y valoramos su conocimiento del territorio, y trabajamos juntos para que el monitoreo sea algo útil y fácil de integrar en su día a día. Además, mantenemos un diálogo abierto, adaptándonos a sus tiempos y necesidades, para que sientan que este esfuerzo es realmente suyo y les trae beneficios concretos.
Uno de los principales desafíos que enfrentamos al implementar un programa de monitoreo comunitario es que muchas personas no ven la biodiversidad como algo relevante en su vida diaria. A menudo, creen que este tipo de actividades son complicadas, requieren de conocimientos científicos o simplemente no tienen un impacto directo en su día a día. Si no perciben un beneficio inmediato, es difícil que se interesen en conocer qué especies habitan su territorio.
Para superar esto, tratamos de mostrarles ejemplos concretos de cómo la biodiversidad influye en su vida cotidiana, como la polinización de sus cultivos o la salud del suelo. Les explicamos que cuidar y conocer su entorno natural no es solo una tarea más, sino algo que mejora su bienestar y la sostenibilidad de su producción. Esto ayuda a que se sientan más motivados y comprometidos a participar en el monitoreo, entendiendo que lo que descubren puede tener un impacto positivo en su comunidad.
La clave está en educar y sensibilizar a las comunidades sobre la relevancia de la biodiversidad en su vida diaria y demostrar que cualquiera puede participar y contribuir.
Si se está pensando en iniciar un proyecto de monitoreo participativo, mi consejo es comenzar por conocer bien a la comunidad y el entorno donde se quiere trabajar. Escuchar las preocupaciones y necesidades, y asegurarse de que el proyecto esté alineado con los intereses de la comunidad.
Mantener las cosas simples y prácticas; estar claros en que no se necesita tecnología avanzada para empezar. Utilizar herramientas que la gente pueda manejar fácilmente, como aplicaciones móviles, grupos de redes sociales o incluso cuadernos de campo.
Involucrar a la comunidad desde el principio, haciéndolos parte del diseño y la ejecución del proyecto, para que sientan que es algo propio. Y, sobre todo, tener paciencia. Los cambios y la participación pueden tardar en llegar, pero cuando se conozcan los resultados serán significativos para todos seguramente.