Las arañas y sus hermosas redes – Victoria Restrepo Duperly

Por: Victoria Restrepo Duperly – www.vrestrepo.com

Durante mi, ya larga, vida de fotógrafa, hay algunos temas que me apasionan y siempre que tengo la oportunidad los busco y los disfruto. Uno de ellos, aunque sé que es controversial para algunas personas, es uno de mis preferidos: las arañas. Aunque en honor a la verdad, lo que más me gusta de ellas, son sus maravillosas redes.

Antes de entrar en el tema, es importante clarificar que voy a abordarlo desde el punto de vista de mi pasión por observar la naturaleza, por su estética y por el gusto de fotografiarlas. Soy artista y no científica. Así que después de dejar muy clara mi posición, me voy a atrever a hacer una clasificación propia, es decir que, la uso para mí misma y no creo que pueda usarse desde el punto de vista de la ciencia.

Mi propia clasificación

Yo clasifico las arañas en dos grupos, las que tejen sus redes y las que se camuflan para atacar. Las primeras cazan insectos pequeños como mosquitos, mariposas y abejas; las segundas son activas cazando y pueden atacar incluso animales más grandes que ellas mismas, tales como grillos, lagartijas, ranas y hasta pequeños mamíferos, pero nunca humanos.

En el caso de las cazadoras activas, algunas se camuflan y esperan pacientemente a que pase su presa para atacarla y otras saltan sobre ella y la toman por sorpresa. A estas últimas se les llama arañas saltarinas y tienen unos colores increíblemente hermosos. Yo diría que, por belleza, me quedo con estas, pues sus enormes ojos y su diseño les permiten mimetizarse perfectamente con las flores o las hojas en donde se esconden.

Arañas, un miedo irracional

Como sé que me estoy metiendo en temas escalofriantes para algunas personas, tal vez deba empezar por hablar sobre el miedo a las arañas, porque la verdad a mí tampoco me gusta tomar riesgos a la hora de ir a buscarlas. El miedo irracional a las arañas se llama aracnofobia y es la fobia mas común en todo el planeta, porque un 3% de las personas la sufren. Un 7% más le tienen miedo a otros bichos como ratones, murciélagos, cucarachas y serpientes, pero aún no hay claridad sobre cómo se desarrollan las fobias, si son aprendidas o genéticas.

Existen mas de 40,000 especies de arañas y aunque la gran mayoría sí producen veneno, este está dirigido a inmovilizar a sus diminutas presas, los humanos somos demasiado grandes para ellas y no están interesadas en nosotros. De las 40,000 especies sólo 50 pueden ser lo suficientemente venenosas para causar algún tipo de reacción en la piel y menos de 20 pueden ser realmente peligrosas para los humanos. Así que las posibilidades de encontrar una araña venenosa y que ella decida atacar, son mínimas. Un estudio encontró que la mayor parte de las personas que les temen, lo hacen por la cantidad de patas que tienen, por sus movimientos rápidos y por su apariencia.

El arte de las telarañas

Las arañas producen diferentes tipos de hilos de seda, este lo conservan dentro de su abdomen en forma líquida y lo expulsan por un orificio por el que va saliendo en forma de hilo, a veces por presión, como si fuera una bolsa para la decoración de repostería, o lo van jalando con una de sus patas traseras, para irlo acomodando en el lugar indicado.

Ahora voy a pasar al tema que más me gusta y es el de las telarañas. Ellas pueden tener diferentes formas dependiendo del tipo de insectos que quieran atrapar. Algunas pueden ser planas para apresar insectos voladores, estas son las más comunes y tienen forma de espiral. En general las arañas tratan de encontrar un lugar de alto tráfico para tejer su red, pueden estar cerca de una lámpara, si desean insectos nocturnos o tejerla entre las ramas de un árbol o un arbusto florecido, para cazar abejas y mariposas. Si está en un lugar abierto entre el follaje, buscarán insectos que se puedan desplazar libremente. Algunas tejen su red sobre el piso para que sus hilos pegajosos inmovilicen los insectos que se desplazan caminando.

La técnica para tejer la red más común es la que tiene forma de espiral bidimensional. La araña busca un punto de apoyo y se deja caer hasta encontrar un ancla, luego camina por su hilo hasta el lugar que será el centro de la red y se deja caer nuevamente, así va construyendo la estructura en forma de radios, luego teje el espiral desde el centro. Algunas arañas recubren el hilo con un pegante viscoso para hacerla más peligrosa.

Existen muchas otras formas de tejer las redes y dependen del tipo de insecto que se quiera atrapar o de la técnica que se use. Algunas son en forma de tela y cubren la vegetación por completo, otras tienen forma de cono, donde atrapan los insectos que caen de los árboles. Algunas hacen una maraña desordenada que no parece tener sentido, pero que les funciona para su cometido.

El hilo de las arañas es todavía un misterio, se sabe que está hecho de proteínas, es más delgado que un cabello humano, pero es flexible y elástico y se puede estirar hasta cuatro veces su longitud, es tan resistente que, si se hiciera un hilo de acero del mismo calibre, no podría soportar el peso que resiste esta extraña seda.

Funciones de las telarañas

No todas las arañas usan el hilo para tejer redes, ni todos los hilos son iguales, incluso una misma araña puede producir hasta siete clases diferentes de hilos. Algunas lo usan para atacar, dejándose caer desde arriba y sorprendiendo a sus víctimas o pueden usar el hilo para envolver a sus presas. Otras lo usan para esconderse o camuflarse o para construir una especie de saco de dormir, donde descansan.

El hilo también puede usarse como medio de transporte, lo anclan en un lugar seguro, se dejan caer y esperan una corriente de aire. En ese momento el hilo se estira llevándolas por varios metros, esto lo pueden repetir, hasta llegar al lugar indicado.

Hay arañas que construyen una cápsula donde guardan una burbuja de aire que les permite respirar bajo el agua mientras esperan pacientemente por un insecto acuático. Para algunas es una línea de vida, que les permite regresar a determinado lugar, escapar en caso de encontrar un depredador o incluso para atraer una compañera impregnando el hilo con feromonas. Algunas arañas envuelven sus huevos en seda para protegerlos mientras se desarrollan.

Cuando la telaraña se rompe por el paso de un ave o por la lluvia y el viento, la araña la recoge, la enrolla formando una bola y se la come, es una gran recicladora y no está dispuesta a desperdiciar sus proteínas. Muchas arañas tejen una nueva telaraña cada noche, mientras que un menor porcentaje las repara. Por eso la mejor hora para verlas es temprano en la mañana, porque muchas están recién construidas.

Arañas, una especie asombrosa

Cuando salgo con mi cámara en su búsqueda, prefiero hacerlo muy temprano, cuando el sol está en un ángulo muy bajo y donde las pequeñas gotas brillan a contraluz. Es importante buscar lugares donde haya neblina como los bosques de niebla o en el caso de que haya estaciones, el otoño es la mejor época, porque cuando la temperatura baja, la condensación permite que haya más humedad y las gotas de rocío quedan atrapadas entre los finos hilos.

Hay lugares en los que encontrar una telaraña es como encontrar una aguja en un pajar, cuando no hay muchos insectos, las arañas también desaparecen porque no tendrán nada que comer. En las regiones donde hay estaciones, la mayoría de las especies se reproducen en el otoño y dejan sus huevos protegidos para que la nueva generación nazca en la primavera. Las especies más grandes pueden hibernar bajo tierra reduciendo su metabolismo.

En algunos lugares he encontrado que la abundancia de telarañas es tal, que es casi imposible caminar entre ellas. Estos lugares son mágicos y puedo quedarme en ellos fotografiándolos hasta que el cambio de luz o la evaporación se lleva esas maravillosas esferas de agua que se agitan con la brisa en medio de la neblina y la luz.

Algunas arañas tejen sobre su red una especie de zigzag muy grueso, aún no hay un consenso acerca de cuál puede ser la utilidad de este complejo tejido, pero algunos científicos piensan que puede ser una especie de señal para que las aves reconozcan que hay una red y no crucen por allí, como lo que se les pone a las vidrieras, pero esto es solo especulación, de todas maneras, es interesante que lo hagan, porque utilizan mucho hilo y tiempo para algo que es tan fugaz y perecedero.

Siempre me sorprendo al ver la diferencia entre las redes de algunas arañas, incluso de la misma especie. Algunas son de una perfección absoluta, parecen trazadas milimétricamente, mientras que hay otras que parecen mal tejidas, con huecos y espacios desiguales, tal vez se parecen un poco a nosotros los humanos.

El fascinante mundo de las arañas es infinito y siempre hay oportunidad para disfrutar y aprender de ellas. La mayoría de las arañas hembra obtienen el semen de uno o varios machos y pueden guardarlo hasta que sus huevos puedan ser fecundados. Si los machos son muy pequeños, ellas pueden comérselos como harían con cualquier otro bicho. En general los machos viven solo unas pocas semanas, mientras que las hembras pueden vivir más de un año.

Una vez fecundados los huevos los deja en un saco hecho con su propio hilo, algunas hembras los cuidan y ayudan a salir del saco y otras simplemente los dejan para que sean las propias arañitas quienes usen sus mandíbulas para romperlo. El caso más extremo es el de la araña lobo que carga en su espalda los huevos o incluso las pequeñas arañas hasta que se pueden valer por sí mismas.