Animal Bank en la COP16 ¡Participación en un evento clave para la biodiversidad!
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El mercado del carbono es una iniciativa global que busca mitigar el cambio climático mediante la regulación y compensación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Los bonos de carbono son instrumentos financieros que permiten a las empresas y países compensar sus emisiones mediante la compra de créditos que representan reducciones de GEI.
El mercado del carbono surgió con el Protocolo de Kioto, donde países con altas emisiones podrían compensar sus excesos adquiriendo créditos de carbono de países con menores emisiones. Este sistema incentivó la creación de proyectos de mitigación en naciones en desarrollo, permitiendo un balance global de emisiones.
En Colombia, la regulación del mercado del carbono incluye mecanismos como el impuesto al carbono, implementado en 2018, que grava el uso de combustibles fósiles. Recientemente, este impuesto se amplió para incluir el carbón, uno de los combustibles más utilizados en el país. Las empresas pueden reducir su carga fiscal mediante la compra de bonos de carbono, lo que incentiva la inversión en proyectos de mitigación y reducción de emisiones.
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En Colombia, diversos desarrolladores de programas y certificadores juegan un papel crucial. Estos actores cuantifican y verifican las reducciones de emisiones, asegurando que los proyectos cumplan con los estándares internacionales. Las transacciones en el mercado voluntario permiten que empresas y particulares participen activamente en la lucha contra el cambio climático.
El crecimiento del mercado del carbono ha sido significativo, con una participación creciente de actores nacionales e internacionales. Las recientes reformas tributarias y normativas han fortalecido el marco regulatorio, incentivando a más organizaciones a adoptar prácticas sostenibles. A futuro, se espera que el mercado del carbono continúe expandiéndose, integrando más proyectos y actores, y contribuyendo de manera efectiva a la mitigación del cambio climático global.
El mercado del carbono representa una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático. En Colombia, su regulación y crecimiento ofrecen oportunidades tanto para la sostenibilidad ambiental como para la rentabilidad económica. La participación activa en este mercado, tanto en su componente regulado como voluntario, es esencial para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones y promover un desarrollo sostenible.